Estados Unidos levantó ayer la prohibición de viajar al país a los extranjeros infectados con el virus del sida, que llevaba 22 años en vigor. La medida, anunciada en octubre pasado por el presidente de EE UU, Barack Obama, entró en vigor ayer.
La infección por VIH ya no figura en la lista de enfermedades que se deben comunicar a la hora de solicitar un visado y ya no será objeto de pruebas médicas antes de viajar a EE UU, según el nuevo reglamento aprobado el 2 de noviembre pasado. Hasta ahora, los seropositivos necesitaban una autorización especial del Departamento de Sanidad para entrar en EE UU.
Obama dijo al anunciar la medida el pasado 30 de octubre que la prohibición impuesta hace 22 años era «una decisión basada en el miedo más que en los hechos» y afirmó que si EE UU quiere «ser un líder global en la lucha contra el sida y el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) tenemos que actuar como tal». EE UU era uno de la docena de países que prohíben la entrada a los enfermos de sida, una medida que ha impedido que se celebren congresos de importancia en su territorio.